Gas mostaza
Durante la Primera Guerra Mundial, se utilizó el gas mostaza como arma química en la guerra terrestre. Este agente químico, conocido como gas mostaza azufrado, fue empleado tanto por los Aliados como por las Potencias Centrales en el frente occidental. El gas mostaza causó graves daños a nivel físico, como quemaduras y ampollas, así como daños internos en aquellos que lo inhalaban.
El uso del gas mostaza durante la Primera Guerra Mundial fue un hito significativo en la historia de las armas químicas. Este arma química se utilizó como un medio para debilitar y dañar a las fuerzas enemigas en el frente terrestre. Sin embargo, sus efectos no se limitaron únicamente a los soldados en combate, sino que también afectaron a los civiles que vivían en áreas cercanas a los frentes de batalla.
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